“Tú te has dado a mí sin medida, humildemente yo también me doy y me consagro a ti”
El sábado, 2 de julio de 2022, en nuestra capilla se celebró la profesión temporal, según la Regla de Santa Clara, de Sor María Hermana de Nuestra Señora de Altagracia y de Sor María Annabelle de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro.
Estas dos jóvenes, naturales de Haití, ingresaron en nuestro convento en el año 2018 e hicieron la toma de hábitos el 11 de julio de 2020.
La celebración estuvo presidida por el párroco de Nuestra Señora de la Encarnación de Alhaurín El Grande, Rvdo. P. Mario Fernando Mestanza Cabrejo, director espiritual de las hermanas, y concelebrada por el párroco de San Sebastián de Coín, Rvdo. P. Antonio José Acurero Valbuena.
En la celebración nos acompañó Sor María Josefa Palacios, Madre Presidenta de nuestra Federación, acompañada de tres hermanas de su monasterio de Estepa.
El P. Mario Fernando inició dando gracias a Dios por las dos hermanas y pidiendo por las hermanas para que llenen su corazón de la Gracia que solamente Él puede dar.
En la homilía reflexionó sobre el mandamiento de Jesús: “Ámense los unos a los otros” y expresó que este mandamiento es el compromiso de los que se entregan completamente al Señor, de aquellos que dan su vida por completo a Dios, como es el caso de las hermanas, y transmitió a la comunidad que: “ellas son el corazón de la Iglesia, que gracias a ellas podemos sufrir los embates de tantas cosas, porque la Gracia de Dios a través de sus peticiones, a través de sus ruegos y de todo lo que ellas hacen, se manifiesta en favor de todos porque ellas piden por nosotros”.
El momento central de las profesiones temporales, comenzó tras la homilía, cuando el P. Mario realizó el interrogatorio a Sor María Hermana y Sor María Annabelle, quienes respondían a cada pregunta con un “Sí, quiero”, un momento emotivo para todas las hermanas y amigos de la comunidad.
Tras el interrogatorio, Sor María Hermana y Sor María Annabelle, ambas de rodillas y en manos de la Madre Presidenta, pronunciaron en voz alta su Profesión Temporal, haciendo sus votos de vivir por tres años en castidad, sin propio, en obediencia y en clausura.
A continuación, recibieron de manos de la Madre Presidenta, los cuatro símbolos de su consagración a Dios: el velo negro, vestido en sus cabezas en ese instante por Sor María Josefa y Sor María Yudelki, la Regla de la Orden, el Crucifijo y la Medalla de la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María.
Al final de la celebración, se recitó un emotivo poema escrito para las hermanas, y los asistentes se acercaron para felicitar a Sor María Hermana y Sor María Annabelle.
Han sido dos semanas de gran bendición para la Diócesis de Málaga, porque además de celebrar la ordenación sacerdotal de cinco jóvenes el 25 de junio, se celebró este 2 de julio, la Profesión Temporal de nuestras dos hermanas, quienes han confirmado su “Sí” al llamado del Señor y su decisión a la Vida Consagrada y Contemplativa en la orden de las Hermanas Clarisas.